Vacaciones en 7 tiempos

hotel

Siete estilos y modos de vivir el tiempo libre en hoteles increíbles en Chile y el mundo para soñar y gozar según te apetezca. Crear nuevos conceptos equilibrando opuestos, experiencias inolvidables o poner en el centro el placer como condición humana que seduce en pocos minutos ¡Nos vamos de viaje!




Paraíso Canario

La naturaleza tiene que permitirte soñar, descansar, evadirte, dice Jaime Beriestain, que desarrolló el interiorismo de este hotel enclavado en la costa de Adeje, en Tenerife.

Una piscina de agua de mar rodeada de palmeras en pleno acantilado, las vistas a la inmensidad del océano y 12 mil m² de áreas verdes hacen de este espacio algo muy, muy parecido a un paraíso en versión Islas Canarias 4 estrellas.

Su arquitectura, de muros blancos en cal, torres y volúmenes encaramados en la geografía, nos sitúan en un contexto mediterráneo de tintes saharianos, con todas las ganas de soñar que esas culturas lejanas nos evocan. Como dice Beriestain, "dada la ubicación tan próxima al continente africano, me inspiré en tradiciones artesanales de países como Mali o Senegal. Todas estas tradiciones expresan la misma delicadeza y alegría, por lo que el resultado final es muy coherente. Quería que el Hotel Jardín Tropical uniese la esencia de la propia isla de Tenerife con la de su situación geográfica a varios niveles: botánico, cultural, artístico o de materiales, enriqueciendo la experiencia con culturas internacionales que invitan a viajar, como la indonesia, italiana o mexicana".

El ambiente es cálido y relajado, pero no como resultado del azar. Cada detalle ha sido tratado con cuidado y en concordancia con las tradiciones estéticas de la isla, trabajando además con artesanos locales para realizar cerámicas pintadas a mano, como las de las cabeceras de la camas, telas con los estampados tradicionales de Mali o, por ejemplo, las exóticas pantallas de palmera.

jardin-tropical.com

[gallery ids="51403,51406,51409" link="file"]

Para ver la aurora

Casi al borde del círculo polar ártico, en medio de un silencioso bosque de pinos se encuentra el Treehotel. Es una suerte de pequeña aldea de 7 alojamientos que toma el nombre de sus 'cabañas' anidadas entre las ramas de los bosques de Harads.

En plena Laponia sueca, Britta y Kent, una pareja de nativos, decidió crear alrededor del 2010 este increíble hábitat medio encantado, medio surrealista, que parece potenciar, con sus inesperadas arquitecturas, la belleza de las tierras laponas.

The Dragonfly, The UFO, The Birds Nest, cada cabaña tiene una forma especial que le da nombre. The Mirror Cube, por ejemplo, es simplemente una geometría de 4 x 4 que parece levitar entre los árboles.

Diseñado por la oficina Tham & Videgård, dentro, este cubo es todo calidez. La madera que envuelve y solo lo imprescindible en muebles, un maravilloso silencio visual que se funde en el blanco de la nieve y las vistas del paisaje exterior. Fuera, el cubo mismo desaparece como una ilusión óptica entre los árboles gracias al vidrio reflectante que lo cubre.

Dormir ahí debe ser la metáfora perfecta de un estado de meditación profunda: desmaterializarse como el cubo para fundirse en la naturaleza y la experiencia extática de contemplar las luces de la aurora boreal. ¿Habrá otro espectáculo tan lindo y mágico en la naturaleza? Para los sami, oriundos de la Laponia, son los espíritus de los ya fallecidos que vienen de visita a la tierra;  para la física, las luces del norte son partículas cargadas eléctricamente desde el sol que chocan con otras gaseosas de la atmósfera. De ahí el verde y los rosas que bailan en el cielo en las largas noches del invierno boreal.

¿Cómo llegar? Desde Estocolmo se puede tomar el avión hasta Luleå y de ahí transfer al hotel. 2,20 horas en total de viaje. También se puede llegar en tren hasta Boden, que está a 35 minutos en auto.

¿La mejor época para ver las auroras boreales? Entre septiembre y finales de marzo; desde fines de agosto hasta octubre si quieres menos nieve y menos frío.

[gallery ids="51399,51401,51405" link="file"]

El lujo de lo simple

El hotel Wara acaba de ser premiado en los Boutique Hotel Awards 2019 de Londres como el mejor de su categoría del continente americano. "Somos un hotel familiar e independiente, no pertenecemos a ninguna cadena, ni franquicia internacional, lo cual ya es un gran mérito como emprendedores.

Contribuimos al posicionamiento de la Región de Atacama y a Chile como un destino de clase mundial, donde nuestros huéspedes pueden disfrutar, conocer y vivir las experiencias que hemos diseñado cuidadosamente para que su estadía sea un sueño y se conviertan en amigos de este hotel", señaló Susana Aránguiz, creadora y dueña de Wara Hotel & Experience, en el marco de la entrega del premio.

El éxito que lleva el hotel en sus cinco años de vida responde a un cuidado manejo del concepto de hotelería, que ofrece desde tours astronómicos, masajes, excursiones a lugares de interés arqueológico, caminatas y actividades marinas además de buenos momentos alrededor de una fogata, con música en el chiringuito, cóctel y buffet para ver la puesta de sol en medio del desierto de Atacama.

Para María Gracia Paul, de Editorial Destinos de Lujo (@destinosdelujo), que acaba de publicar el segundo volumen de la colección, este es sin duda el hotel de lujo de Chile. Cuenta que el hotel nació bajo el concepto de hacer de las cosas simples un verdadero lujo y de redescubrir el desierto de Atacama "a través de la naturaleza, el silencio y una arquitectura orgánica que invita al pasajero a encontrarse con lo ancestral, con una mirada contemporánea. Desde aquí se puede conocer el Parque Nacional Nevado Tres Cruces, cerro Medanoso –que es la duna más alta de Chile–, pinturas rupestres y paseos al Mar de Dunas. Pero la novedad de este hotel es Wara Nómade, exquisitas carpas bien equipadas para habitar sobre la arena en Bahía Salado, una playa cercana al hotel", recomienda.wara.cl

[caption id="attachment_51396" align="alignnone" width="400"]

El hotel trabaja fuertemente en el rescate de la cultura changa a través de materiales como la brea, la cual está muy presente en las casas de la zona.[/caption]

El Dormir EcoFriendly

Escaparse a Pichilemu, específicamente a Punta de Lobos, es una acción que cada vez ha ido conquistando más corazones. Esto va más allá del surf, la ola perfecta y la tabla. Pichilemu se ha convertido en una zona que atrae tanto a deportistas como a viajeros que buscan la desconexión, la paz y la tranquilidad.

Cuarzo Lodge viene al compás de este ritmo para convertirse en un hotel boutique de solo ocho habitaciones con una terraza y hot tub personal en cada una de ellas, que ofrecen un ambiente relajado, envuelto en el sonido de la mar.

Para que la sintonía fuera total, sus mentores supieron que el compromiso con la naturaleza debía existir desde el origen, por lo mismo la sustentabilidad y el reciclaje son parte desde su construcción hasta el funcionamiento y productos que usan dentro de todo el concepto de hotelería.

Ellos mismos se autodenominan "un hotel amistoso con el ecosistema y que vela por el medioambiente". Para llegar a lo que se disfruta hoy se pensó en una construcción en base a la vegetación y materiales del lugar. Se usó adobe en los muros para mejorar la regulación térmica y dar un ambiente acogedor y rústico a la vez. También se conservaron las plantas existentes en el sitio para crear un gran jardín, y hubo total conciencia en el uso de luz y agua caliente, donde el hotel invirtió en paneles solares que ahorran el consumo energético. cuarzolodge.cl

[gallery ids="51404,51402" link="file"]

¡Roaaaaar!

Si lo tuyo son los animales y las vacaciones al estilo de ricos y famosos wild wild wild, este es tu próximo destino.

En el centro del Parque Nacional Serengueti,  declarado Patrimonio de Unesco y una de las maravillas del mundo, se inserta este glamping 5 estrellas que es el tercero de su tipo dentro del complejo, bajo el concepto de 'lujo salvaje', como lo definen los propietarios Claudia y Andrew Stuart.

Clasificado en la lista Tatler entre los 101 mejores hoteles del mundo en 2017, Roving Bushtops probablemente es una de las formas extraordinarias –y extravagantes, por cierto– de vivir la experiencia de África, ahí, en medio de la sabana y outdoor, donde aún palpita la vida salvaje del continente primordial. Pero no es a lo scoutt-mochilero-precario, sino con todo el confort y atención que puede esperarse de un hotel de lujo.

Como dicen en Roving, "no hay que viajar para ver los animales porque están ahí, alrededor tuyo". Los huéspedes pueden observar seguros y equipados con sus cámaras desde los 4x4 las manadas de ñu que bajan a beber al río o las leonas que juegan con sus cachorros. "Cuando te vayas, sabemos que te llevarás recuerdos inolvidables que se combinarán con la certeza de no haber dejado ninguna huella ambiental, ayudando a preservar uno de los lugares más especiales de la tierra", rezan sus folletos turísticos.

El campamento consta de 8 tiendas pensadas para dos adultos que pueden habilitarse también para alojar a una familia. Y aquí no hay ninguna reja ni nada que te separe del salvaje entorno aparte de las lonas de tu tienda. Eso sí, siempre estarás resguardado por el personal de seguridad que acompaña todo el tiempo a los viajeros.

Ir de campamento nunca fue tan glamoroso. Cada carpa está equipada con todo, ducha, bañera, un acogedor living y comedor para disfrutar mientras se ve el atardecer en el parque.  Las paredes pueden levantarse para sentir aun más la atmósfera del Serengueti, y si aun así tienes nostalgia de tecnología, cuentan con wifi y electricidad en las instalaciones generales.

¿Qué hacer? Además de observar la fauna local, los días en el Serengueti se pasan entre caminatas guiadas, pícnic, masajes y paseos en globo con champagne para ver las manadas migrando norte/sur en la zona del valle de Seronera, donde se ubica el camp.

¿Cuándo ir? La mejor época es entre diciembre y abril para el campamento sur; junio a noviembre para el campamento central, para ver las migraciones de los animales. En febrero, en cambio, es la temporada de nacimiento de los cachorros.

bushtopscamp.com

Descanso consciente

Tener una experiencia diferente y libre, creada bajo conceptos que remiten al origen desde la tradición y manteniendo transversalmente un proyecto sostenible, es lo que ofrece el Hotel Desértica, ubicado en San Pedro de Atacama, que nace como espacio para responder a las necesidades de adultos y viajeros especializados.

El gran objetivo, cuando se creó este hotel a fines del 2018, fue generar un espacio preocupado en la preservación del lugar, resaltando la cultura local con especial énfasis en el medioambiente. Para concretarlo se puso el foco en la eficiencia del uso de energía y recursos naturales enmarcados en proyectos asociados que dicen relación con la reutilización de aguas grises de duchas y lavamanos para usarlas en el riego de huerto, utilización de energía solar con paneles solares que proveen más de un 30% del consumo eléctrico del hotel y la iluminación led y equipamiento eléctrico de bajo consumo implementado en el hotel. Además cuenta con toda una conciencia en torno a la preservación de canales de regadíos y huertos, aplicando riego por goteo cuando el canal tiene poca agua. "Esto entra en la categoría de hotel sostenible, ya que se enfoca en el cuidado del recurso hídrico, que escasea en el lugar", cuentan desde Desértica, quienes además han aplicado un modelo de negocio que fomenta el empleo local, reflejado en la contratación de empleados de la zona y el favorecimiento en la compra a proveedores locales, especialmente frutas, verduras, huevos y harinas.

Para su dueño, el actor Jorge Zabaleta, se ha transformado en el lugar para recargar energía. "Cumplo mis sueños, desarrollo creatividad y es donde comparto con mi familia y amigos. Todo eso, que es lo que hago habitualmente, se funde y da personalidad a este espacio y su gente para quienes compartan la experiencia", concluye. desertica.com

[caption id="attachment_51407" align="alignnone" width="401"]

El arquitecto a cargo fue Javier Vergara, y el hotel fue decorado por Katherine Rahal.

El paisajismo estuvo a cargo de Patricia Pérez.[/caption]

Magnetismo natural

A poco más de 90 km al norte de Santiago y a 42 km de Viña del Mar, el tranquilo paisaje del valle central  se interrumpe de pronto con una de las alturas más atractivas y bellas de la zona, que atrapa todas las miradas: el cordón montañoso del Parque Nacional La Campana, Reserva Mundial de la Biosfera, que es de los últimos bosques naturales de palma chilena que van quedando.

Ahí a la entrada del parque, en avenida Cajón Grande, se asienta Biosfera Lodge, un lugar de silencio para desconectarse de todo y volver a la naturaleza, rodeado de árboles nativos y en modo glamping.

Sus habitaciones son básicas y esenciales –en el buen sentido del término–, no hay televisión, ni cocina, ni refrigerador, porque no se necesitan.  Se asemejan por forma a una cápsula espacial; un huevo cósmico todo madera y acolchado blanco, nido zen que te cobija en pleno bosque para salir renovado por la mañana a explorar el parque y las especies de la zona. Aquí se trata de vivir la naturaleza, que en esta zona, Olmué, Limache, La Campana, se ha transformado en los últimos años en un segundo valle del Elqui, por el magnetismo y paz que regalan sus montañas.  Los panoramas son simples, pero para gozar en plein air. Puedes seguir las rutas de trekking, descubrir la flora que acá reúne especies de distintas latitudes de Chile, la palma chilena, el peumo o el canelo; divisar los zorros y todo tipo de aves.

Un buen panorama para pasar el fin de semana cerca en kilómetros de Santiago, pero lejos del modo ciudad.

biosferalodge.cl

[gallery ids="51400,51398" link="file"]

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.