Mi casa, yo la hice

casa antonia pérez

Hija, sobrina y hermana de decoradoras, Antonia Pérez prácticamente no tenía escapatoria. Después de retirarse de Estudio Noguera para dedicar más tiempo a planes personales, hubo quienes la buscaron para encargarle proyectos. Junto a su hermana lleva un año bajo el nombre de Lamha Interiors, y su casa es la mejor muestra de cómo es su trabajo.




La Ley Pereira cerca del Estadio Español se empezó a sentir más chica cuando nació el tercer hijo de Antonia Pérez. Hacía tiempo ya se sentía lejana al colegio al que van sus dos niñas; entonces se agotaron las justificaciones para quedarse y empezó la búsqueda por una nueva casa. Antonia dice que miró cientos hasta que encontró esta: ni tan nueva ni tan vieja, de mediados de los 90 (ella calcula), que ya había pasado por las manos de dos parejas antes y que necesitaba arreglos urgentes, pero no estructurales.

"Estaba alfombrada y cambiamos todo el piso por un parqué que encontramos en demoliciones. Era amarilla y los cielos de madera oscura, nosotros la pintamos completa. Como era una casa vieja, en el cerro, con muchos árboles rodeando, tendía a ser oscura. Quise iluminarla lo más posible por dentro y pinté todos los cielos y las puertas muy blancos; en el resto de la casa usé otro blanco más frío, con un brillo celeste. También cambiamos los baños y la cocina la hicimos de nuevo. Yo la había dibujado en mi mente, pero hicimos la remodelación con Benjamín Cox, B+", enumera Antonia las principales operaciones para llegar al resultado actual.

En los ajustes más finos hay que nombrar el papel rayado que escogió para la entrada, que le pareció mucho más entretenido para una primera impresión, que combinó con un mueble de una tía, aún no sabe si prestado o regalado, y muchas plantas. "El comedor era la parte más oscura de la casa, ahí me rendí y lo pinté negro. Trato de tenerlo con hartas plantas también, con cuadros que nos encantan con mi marido. Tengo uno de mi hermana, otro de Margarita Dittborn que me regaló mi mamá para un cumpleaños, uno de Fran Alles que me regaló mi marido y uno de Pancho Peró que nos autorregalamos".

Los neutros en las paredes, ciertos cuadros y estampados podrían hacer pensar en una intención gráfica en una parte de la casa. Pero no, Antonia se guía por instinto. Algunas cosas le gritan '¡llévame a tu casa!', y una vez ahí ella se da cuenta de que había más cosas como esa. Así se han generado sus pequeños despliegues de Diógenes, acumulaciones de bustos, de aves, de velas. "En mi familia somos todas metidas en la decoración. Mi mamá decoró toda la vida con su hermana y ahora yo estoy con mi hermana haciendo lo mismo. Mi otra hermana lo hace para una inmobiliaria. Como soy un poco Diógenes, veo algo que me gusta y si puedo lo compro".

Al marido de Antonia le gusta mucho invitar gente a su casa. Para atender bien, para regalonearse ellos mismos, Antonia diseñó un mueble para el living que contiene un bar. Ahí también metió cuadros, libros (acumulados por su marido), sus esculturas y pajaritos. Parece que cada miembro de la familia tiene lo que quería. Aunque son chicas, Antonia les preguntó a las niñas qué les gustaría y ahora tienen una salita especialmente para jugar y dibujar, su actividad favorita. Un poco más allá, en el segundo piso está la sala de música del marido, con batería y otros instrumentos. "Los niños también juegan mucho ahí. En el segundo piso tengo mi oficina, pero la tengo con llave para que no me saquen cosas".

Ahí es donde Antonia desarrolla los proyectos de Lamha Interiors, la oficina de decoración que armó con su hermana: "Para nosotras la decoración es algo manual. Te lo imaginas todo pero ejecutas con tus manos. Estamos en este proyecto desde el año pasado; antes estuve trabajando en Estudio Noguera con la hermana de mi mamá. Aprendí un millón de ella. Me tuve que ir en un momento en que mi agenda personal estaba demasiado cargada. Pero después la gente me empezó a llamar porque había visto esta casa. Le comenté a mi hermana, que venía llegando de Barcelona, y empezamos a hacer cosas juntas. Los clientes suelen ser cercanos, amigos, conocidos y gente que ha visto lo que hacemos. Estamos haciendo una tienda, pilotos, casas particulares, casas en la playa. Instagram también se mueve, pero nuestras principales cartas de presentación han sido nuestras propias casas".

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Ideas que inspiran. Decorar, mezclar, atreverse, buen gusto, creatividad, ...son algunos de los principios que hacen de esta casa un lugar precioso y acogedor.

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