La gran vida

perros

Sería agradable decir que estos amigos se tomaron la ciudad, pero no pueden. Son aún mayoría los lugares donde los perros no están permitidos, aunque experiencias como las de Daniel's Bakery, Lusitano y Hotel W demuestran que no solo no causan problemas, crean además un vínculo de fidelidad de los clientes con los establecimientos, y que además pueden ser consumidores también.




En invierno uso unas parkas y polerones con capucha muy taquillas. La gente se para a mirarme en la calle, a muchos se les escapa un 'Aww' e incluso me han tomado fotos. Ahora en el verano no es tan distinto, en cada semáforo me quieren hacer cariño, creo que es porque -gracias a una dieta y ejercicio en el parque- perdí el sobrepeso que -por la forma de mi cuerpo- es bastante peligroso para mi columna. Me llamo Hugo, soy un perro salchicha –o dachshund si prefieren- y a los 5 años (equivalente a 35 humanos) estoy en mi mejor forma.

La única manera de que no le guste a alguien es que tenga un trauma, y seamos honestos, cuando un perro se ha portado mal siempre hay un humano detrás que no hizo bien su parte: poner límites cariñosa y consistentemente. Los humanos decidieron convertirnos en animales sociales, por lo tanto es su labor integrarnos a sus familias –somos los únicos animales realmente capaces de hacerlo- y dedicar tiempo a hacernos entender que está permitido y qué no. Así lo cree la Educadora canina Amaya Zubía, prácticamente una psicóloga de perros.

Se ha comprobado que nosotros –que tenemos un olfato 10 mil veces más agudo que el humano- podemos oler los sentimientos de nuestros "partners humanos" (como prefiere decir Amaya), e incluso ayudar a detectar enfermedades. Somos importantes en sus vidas, se sabe que tres perros sobrevivieron al hundimiento del Titanic. Pero además, con nuestra sola presencia aportamos en los ánimos de la gente alrededor; solo acariciar nuestro pelaje disminuye la presión sanguínea y reduce el estrés.

Como mínimo un perro entiende 150 palabras y algunos han llegado a sobrepasar las mil; tenemos sentido del tiempo, sabemos cuando es hora de nuestra comida o nuestro paseo, y extrañamos a nuestros humanos cuando salen, así que si pueden dejen una prenda con su olor para apaciguar nuestra ansiedad; como ustedes nosotros soñamos, ¿o no han visto cómo se mueven nuestros parpados y nuestras patas cuando dormimos? Como a ustedes nos gusta salir y en muchos lugares no somos bienvenidos.

"Cada perro tiene una personalidad y al igual que nosotros necesitan experiencias para aprender, con otros humanos y con otros animales. Tener un perro es una responsabilidad tremenda y es para hacerlo parte de tu vida, sino es ridículo, se convierte una carga y un gasto. Es obvio que uno quiera llevar a lugares a su perro cuando es su tiempo libre, porque son los momentos que tenemos con ellos", dice Amaya y aún así muchos no entienden.

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El paseo

Vivo en un departamento y me encanta salir. Me vuelvo loco cuando escucho la palabra "vamos" y veo que sacan mi arnés del perchero. Si me subo al auto me gusta sacar la cabeza por la ventana y que mis orejas vuelen al viento. He escuchado que no es bueno, pero no escuchado una buena razón.

El otro día nos subieron a mí y a Monkey –un bulldog francés amigo- a un auto y nos llevaron a algunos de los lugares donde humanos y perros lo pueden pasar bien en Santiago.

La primera parada fue Daniel's Bakery. El dueño, Daniel Glukman, era tan amable conmigo que casi lo dejo hacerme cariño en la guata, señal de que confió en alguien y ya no sigo al instinto de proteger mis órganos vitales de un predador. Daniel dijo que cuando abrieron (en 2016) y decidieron ser un restaurante/café pet friendly fue precisamente para que llegaran perros como yo y el Monkey. Nos trajeron las galletas de la casa, cuya receta fue supervisada por una veterinaria, y un par de kongs, unos juguetes de goma que rellenan con mantequilla de maní. A Monkey le encantaron. A mí no tanto y preferí las galletas. "Están en la carta y cada cliente puede comprarlos para sus perros. Esta cercanía con los animales nos ha llevado a colaboraciones con iniciativas como Guau, unas chicas que venden accesorios y juguetes acá, y que con la recaudación hacen trabajo de rescate de perros callejeros", cuenta Daniel. En algún momento pensó que esto no iba a funcionar, que era una idea muy gringa, y ahora se alegra de vernos a nosotros y a otros perros, tranquilamente comiendo.

En Lusitano cumplieron cinco años en mayo y durante ese tiempo han seguido creciendo. Siempre pensaron que con unas terrazas tan amplias y ricas había que sacara provecho y tratar de que la experiencia del cliente fuera lo más parecida posible a estar en su casa. En su casa uno está con su familia y los perros ya somos miembros. "Nos propusimos abrir las terrazas para ellos también y ha sido muy bien recibido. Llegan perros de todos los tamaños y nunca ha habido un problema. Cuando reservan y nos avisan que vienen con un perrito, al llegar encuentran un pocillo con agua y galletas para que disfruten también. Muchos traen sus propios alimentos cuando tienen dietas especiales", dice Ignacia Ramírez, administradora del Lusitano dejándonos el pocillo y las galletas prometidas. Ella cree que hay una porción importante de clientes que es fiel a este local de barrio Italia por la acogida que reciben sus mascotas.

Desde la entrada, pasando por el ascensor y los distintos salones, esperaba que alguien nos detuviera. Curiosamente los perros no podemos llegar ni al cajero automático del supermercado que está cerca de mi casa sin que llegue un guardia a echarnos, pero sí podemos entrar a un hotel de la categoría del W. De hecho, una de las chicas que nos recibió dijo que yo y el Monkey éramos "muy W". Después aclararon: "Cuando hablamos de que alguien es muy W, pasa por la personalidad, apariencia y forma de comportarse. Se nota que son extrovertidos, pasan el tiempo jugando e investigando lugares nuevos. El look es elegante y alocado, no tienen problemas con estar sobre la cama y adueñarse del lugar. Son perros que hoy marcan tendencia, y todos quieren tenerlos".

Algunas de los 'amenities' que tienen para nosotros son: Cama para perro con branding W, alfombra para bajada de cama, 2 platos para agua y comida, galletas tipo snacks, listado de servicios asociados a la mascota como paseador de perros y juguetes. En la tarde, cuando se abren las camas de los huéspedes, se dejan galletas de noche sobre la cama para perros.

Yo me enamoré de una pelota que chillaba al morderla y nadie me podía bajar de esa cama tan rica.

Más datos: Hay que destacar a Mazaccone en Vitacura, que también tienen platos para perros en su carta y nombrar otros lugares donde podemos ir con nuestros humanos:

Maprao Thai (Providencia)

Aldea Nativa (Providencia)

Rende Bú (Ñuñoa)

El camino (Providencia)

Sabor de Buenos Aires (Providencia)

Para cabañas, campings, hoteles, restaurantes y actividades como trekking en las que pueden participar perros recomendamos el Facebook de Voy con Perro.

Datos para salir con tu mascota:

@amacanis

daniels.cl

lusitano.cl

wsantiagohotel.com

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