El orden dentro del caos

vincent pearson

En medio del barrio El Golf, Vincent H. Pearson, el arquitecto a cargo de la oficina que lleva su nombre, vive en un departamento rodeado de arte y buen diseño. Él sí que sabe vivir en calma y feliz.




Cuando Vincent Pearson salió de la universidad como arquitecto le encantaba el urbanismo, pero al poco andar decidió que quería trabajar independiente y creó su propia oficina de arquitectura e interiorismo, llamada igual que él.

Hijo del destacado diseñador gráfico Edward Pearson, ha recibido la herencia de su padre de manera generosa. "Siempre me ha traspasado toda su cosmovisión de las cosas". Y se nota en el departamento donde vive y la importancia que tiene la obra de su padre.

El mayor y único hombre de cuatro hermanos, Vincent siempre se sintió atraído por el diseño de mobiliario, "porque es la escala más pequeña en la que puedes influir en la forma en que vive la gente", cuenta. Siempre escuchó de sus profesores decir que un arquitecto se consagra el día en que pueda diseñar una silla o una lámpara. "Esto es porque hay mucho estudio, entran la ergonomía, el diseño y varios factores en juego", explica Pearson.

Orgánicamente y dejando fluir sus inquietudes y gustos, Vincent comenzó a diseñar muebles en base a referentes, y así fueron apareciendo proyectos de interiorismo. "Con mi oficina he trabajado con clientes fascinantes como Ambrosia Bistro. Luego hice la arquitectura e interiorismo de una viña, que fue un gran proyecto que me dio mucha libertad creativa, que es lo que me pasa con todos mis clientes", nos explica.

Lo que ha destacado en su trabajo es quizás el no tener una sola línea estética; para Vincent todo debe tener un carácter que refleje a la persona que está habitando el espacio. "A los espacios limpios hay que meterles ruido a través de pisos entretenidos, por ejemplo, y así no quedan como espacios quirúrgicos. Me gusta usar porcelanato pero a la vez cubrirlo con alfombras. Uno dice que el espacio es todo, después dice el mobiliario es todo y al final es el objeto lo que es todo. Es en él donde tú te identificas íntimamente con el espacio", cuenta.

Se reconoce como un matemático a la hora de estructurar los espacios, pero después le gusta desordenarlos y generar un concepto que tiene que ver con el orden dentro del caos. "Un ejemplo es que me encanta el mármol pero a la vez lo cubro. Uso ciertos elementos pero después me gusta que pasen casi desapercibidos", explica.

En el departamento donde vive hace tres años también trabaja y lo comparte con su adoración, Guadalupe, una perra whippet. "La altura de un departamento para mí es vital, este lugar tiene 2.70 de suelo a techo y eso le da majestuosidad al espacio", aclara, mientras explica por qué se quedó con este edificio de primera mitad del siglo XX ubicado a un costado de una plaza llena de jacarandás.

Rodeado siempre de buena música, elemento vital para la creatividad, Vincent ya trabaja en tres nuevos proyectos importantes, donde destaca que no compra nada, "mando a hacer todo, menos las sillas", concluye. vincentpearson.com

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Ideas que inspiran. Un arquitecto y su perrita viven aquí rodeados de libros y arte.

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