Eclecticismo milanés

Sophie Wannenes

En un conservado palazzo de principios de 1900, en pleno centro de Brera, la casa de Sophie Wannenes es un compendio de todo lo que ella ama.




Cinco generaciones de anticuarios anteceden a Sophie Wannenes, una joven diseñadora mitad italiana, mitad francesa que, luego de trabajar en publicidad durante varios años, eligió volver a sus orígenes. "Crecí rodeada de muebles y supongo que es por eso que me gustan tanto y elegí trabajar con ellos".

Sophie fundó Narkisso (narkisso.com) en 2006, un estudio dedicado a la producción de decorados, el alquiler de muebles y locaciones de estilo, el asesoramiento y styling para sets de video y fotografía y la dirección artística para vidrieras, fiestas y eventos. Además produce una línea personal de espejos y en breve presentará una colección propia de muebles inspirados en los años 50.

"Mi trabajo parte de la investigación y de la pasión por el diseño y el interiorismo", cuenta, y agrega que pasa sus días en un enorme espacio multifuncional de casi 500 m², en el que habitan ejemplares de todos los tiempos: muebles eclécticos, algunos de diseñadores reconocidos, otros desconocidos, algunos de época y otros contemporáneos. Todos ellos elegidos con el gusto privilegiado de Sophie. "La colección consiste en piezas de diseñadores conocidos y otros menos conocidos, porque el foco no está tanto en la firma como en la belleza, la huella ecléctica e inusual, la calidad de los materiales y el estilo distintivo y atemporal del objeto", explica.

Para vivir, en cambio, Sophie eligió una casa despojada, apenas poblada por pocas cosas y muy particulares: "Una casa que me relaja y en la que las pocas cosas que hay son parte de mi investigación y de mi vida. Cosas que amo verdaderamente", dice sobre cada elemento que compone la decoración del departamento que eligió en pleno centro de Brera, más exactamente en la bellísima Via Palermo. "El departamento estaba abandonado y destruido, pero nada me detuvo. Me enamoré de la arquitectura del 'palazzo' (de principios del siglo pasado) y de este pasillo del cual se abren siete puertas".

Sophie se encargó de reestructurarlo con la elegancia y la originalidad que la caracterizan y eligió una decoración "de gusto escenográfico", para generar la atmósfera especial que se siente con solo traspasar la puerta: desde la colección de espejos diseñados por ella misma compuestos en una pared, hasta la mesa construida en base a una antigua puerta, rodeada por distintas sillas originales de los años 50; desde las esculturas y objetos recuperados en 'mercatinos', hasta los cuadros de artistas de renombre y las lámparas y sillones firmados. Todo junto conforma un universo particular y ecléctico; el universo de Sophie Wannenes.

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