De playa y de valle
Esta es una demostración de que amistad y negocios pueden mezclarse con éxito. La segunda obra del arquitecto Thomas Löwenstein para la maquilladora Vero Mónaco dejó a todos felices. A la dueña y su pareja, porque es un paso que tenían muchas ganas de dar; al arquitecto, porque además de una obra bien lograda es un sitio que va a seguir visitando con frecuencia.