Culto

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Sábado 4 de mayo de 2019, edición N°834




Somos una secta. Cada ser que alaba, busca y disfruta un buen huevo ya pertenece. Quizás un efecto a los industrializados, deslavados y malolientes, que causó una revolución queriendo los verdaderos (y sanos). De que el huevo desata pasiones y que lo queremos de a deveras es un hecho. Y ahora os hago cómplices del mejor secreto a voces con Culto Artesanal.

Gabriel Moyano, médico veterinario pro futuro, creador del modelo de Tinajacura, pollos y huevos de pastoreo, emprende hace un año con su cuñada técnica agrícola Amanda Decap en el uso sostenible del campo familiar en Codegua, pensando en tener huevos de gallinas indígenas (las mapuches kollonka y ketro) y criollas, bajo la filosofía econatural que respeta su biología, tiempo, deseo, en pos de valorizar el patrimonio, hacer marca país y generar una cooperativa nacional de estos huevos. Desde noviembre, después de buscar raza y reproducirlas, mezclados géneros que dan huevos fértiles encubados y criadas a la vieja usanza, ergo, con gallinero abierto, cruzándose, durmiendo en árboles, comiendo maíz (propio y sin químicos) más lo que les apetezca del entorno y poniendo cuando se les canta, han logrado una libre familia/cantidad para vender estos huevos de origen, densos, ricos, aromáticos. Suman además otras delicias que Gabriel va asociando de todo Chile bajo la misma ética. Hay quesos de cabra y vaca, aceite de oliva artesanal también.

El asunto es que ¡se mueren de lo rico de los huevos! Un bello mix de azules, cafés, blancuchos multitamaño, en estuche reciclado de 18 unidades por $4.700 a la puerta de la casa. Se encargan en @cultoartesanal de sábado a miércoles y despachan viernes. Ojo, en invierno es diametralmente menos, así que atinen. Siguen las otras ricuras. Ya saben, compañeros, aquí un altar al que rendir culto. @raqueltelias

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