Cocina de verano

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Basta pararse frente a un puesto de frutas callejero para sentir el aroma del verano, esa imagen colorinche que llama al sol, que habla de abundancia, de sabores puros, dulzones, alegres. Entonces ¿cómo no querer guardarlos para el resto del año? Abramos frascos, prendamos fuegos, pensemos en los cucharazos veraniegos que podremos comer por los siguientes 12 meses. Sépalo ya, es muy fácil, se pueden hacer por kilos y kilos, innovar con especias, hierbas, sazones. Son perfectos para regalar, todas las cantidades de azúcar corren por gusto personal entendiendo que siempre es necesaria por su propiedad conservante. El resto, una dicha cocinística. Agarre frutas, ollas y póngase a cocinar, su despensa y boca se lo agradecerán.




CONSERVA DE TOMATES. Es la única forma de poder tenerlos en invierno porque a pesar de que el pobre tomate se vende todo el año, está cada vez más insípido y tóxico. Aquí salsas que sirven para tanta cosa. Desde la pasta a la carne, pasando por granos, guisos y mucho más. Nosotros damos una aliñada básica. Usted meta o saque lo que quiera.

Para 4 frascos de 500 grs.

2 kilos de tomates maduros

3 dientes de ajo

½ pimentón rojo grande

½ taza de aceite de oliva

1 cebolla

Sal, pimienta

2 cucharadas de orégano

4 frascos con tapa esterilizados.

Preparación:

En una olla poner agua a hervir. En un bol grande poner agua fría con mucho hielo. Cuando la olla suelte hervor, echar todos los tomates y esperar 60 segundos. Inmediatamente pasarlos al agua con hielo para cortar cocción. Una vez fríos pelarlos con las manos. La piel se saldrá prácticamente sola.

En una olla poner el aceite de oliva, agregar cebolla picada chica, ajo machacado, orégano y el pimentón cortado en dos. Sofreír hasta que la cebolla esté muy blanda. Agregar los tomates picados a groso modo y cocinar a fuego alto hasta que suelte hervor y luego a bajo sin tapar. Cuando los tomates estén blandos sacar el pimentón y los dientes de ajo si se quiere. Añadir sal a gusto. Aplastar con un tenedor o pisa papas hasta dar con la consistencia deseada. Cocinar por 1 hora o hasta que los líquidos se reduzcan considerablemente. Luego apagar el fuego.

Enfrascar. Llenar los frascos hasta arriba y taparlos esterilizados. Ponerlos en una olla con agua hasta el borde de la tapa. Calentar por 40 minutos a fuego muy bajo para dejarlo sin aire. Sacar, enfriar y guardar.

En el caso de querer usar albahaca, echarla cuando los líquidos estén reduciéndose.

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MERMELADA DE DURAZNO. Simple y deliciosa. Sobre todo versátil. Aquí se puede jugar con especias o dejarla tradicional. Nosotros la hacemos con menos azúcar de la usual. Si le gusta más dulce, agregue más.

Tradicional

Para 4 frascos de 500 grs.

2 kilos de duraznos nectarines maduros

750 grs. de azúcar rubia

Jugo de ½ limón chico

½ cucharadita de sal gruesa

4 frascos esterilizados.

Preparación:

Lavar y pelar los duraznos. Cortar por la mitad, sacar el cuesco y picar a groso modo. Ponerlos en una olla de fierro o doble fondo. Agregar azúcar, jugo de limón, sal. Revolver y cocinar hasta que suelte hervor. Bajar a fuego medio y seguir cocinando y revolviendo esporádicamente hasta que las burbujas sean lentas y cuando al pasar la cuchara por la base de la olla, se separe la preparación.

Retirar del fuego. Llenar los frascos y tapas esterilizadas. Dar vuelta los frascos sobre un paño todavía calientes. Esperar a que enfríen para que se forme un tapón de oxígeno.

Versión picante

La misma preparación sumado 2 ajíes jalapeños frescos. Si les gusta picante, cocinen desde el inicio de la mezcla. Más suave, desde que hirvió.

Versión especiada

A la receta tradicional sumar 1 cucharada de semillas de comino (kummel) previamente tostadas al momento de la cocción. También pueden agregar una rama de canela y semillas de cardamomo (1/2 cdta). Cocinar como la receta tradicional.

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MERMELADA DE CIRUELA CON ALBAHACA Y PIMIENTA. Perfecta para el pan, arriba de quesos, helado de crema o para cubrir un cheesecake. Es distinta y sabrosa.

Para 4 frascos de 500 grs.

2 kilos de ciruelas maduras

30 hojas de albahaca

15 granos de pimienta negra

700 grs. de azúcar

Agua filtrada

½ limón con su cáscara

½ cucharadita de sal.

Preparación:

Cortar las ciruelas por la mitad y sacar el cuesco. En una olla ponerlas más el azúcar, ½ taza de agua y jugo de limón. Revolver y cocinar hasta soltar hervor. Bajar el fuego a medio. Seguir cocinando y revolviendo esporádicamente hasta que logre consistencia y las ciruelas estén blandas. Agregar la albahaca picada en tiritas finas, el zeste de limón y los granos de pimienta levemente machacados, también la sal. Volver a revolver y cocinar por 20 minutos más. Sacar, llenar los frascos esterilizados. Ponerlos al revés (tapa para abajo) sobre un paño. Enfriar y guardar.

Lavar los frascos con agua y jabón. Ponerlos sin tapa parados en una olla. Echarles agua hasta arriba y luego agua a la olla. Llevar al fuego y calentar sin llegar a hervir por unos 10 minutos. Tratar de inclinarlos para que hiervan por completo unos minutos. Luego sacarlos con cuidado, vaciarlos y ponerlos en el horno muy bajo por 3 minutos. Las tapas lavarlas con agua y jabón. Luego con un algodón con alcohol por  su interior.

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