Bien representada

COCINA

Una mujer fuerte pero sensible, reconocida por un gusto que no pierde vigencia en más de 30 años dentro del rubro del vestuario, traspasa esa visión a los espacios de su casa, y su cocina no es excepción.




Qué apropiada la elección de la palabra. Macarena Gorroño dice que la ropa en sus tiendas de Santiago y Zapallar "la representan". Es algo que pasa también con su casa y en especial con su cocina. Hay una congruencia en todo, un hilo conductor que para ella sería el amor por la creación y lo bello (poca gente sabe que estudió estética en la PUC). También influyen en su visión los viajes, que ella hace coincidir con eventos como la semana de la moda o de la música en París, y por supuesto el diseño.

La casa en la que vive hace cinco años ya tenía más de 30 existiendo y mirando a un club de golf. Cuando llegó hizo cambios profundos y entre ellos, como gran prioridad, se amplió la cocina. "Confieso que me carga cocinar pero me gusta que mis amigos cocinen. Me gusta recibir bien. Siempre tuve la idea de que la cocina iba a ser así, y se ha transformado en el centro de reunión de la casa. He hecho comidas grandes en la terraza y al final terminan todos en la cocina. Me dieron la idea de que fuera negra, pero yo tenía muy claro cómo quería que fueran los espacios; yo insistí en este maderón de demolición que es el mesón. Todos los adornos los compré antes de encontrar la casa, pensando 'esto va estar en mi cocina'. Elegí el piso; cuando todo el mundo se oponía y decía, 'pero cómo tan fuerte', yo respondía 'no, eso es lo quiero'", recuerda Macarena.

Tiene experiencia creando espacios acogedores que la gente no olvida. Lo pueden confirmar sus muchas clientas en La Casa Blanca, a la entrada de Zapallar, que hizo conocida por sus pisos pintados blancos, donde llegó levantándose de uno de esos tantos embates que le ha presentado la vida. Le gusta pensar sobre sí misma que es una guerrera, una muy femenina. "Prácticamente no había tiendas en Cachagua. Golpeé puerta por puerta. Todos me miraba como diciendo 'está loca'. Finalmente di con una casa abandonada. En ese tiempo empecé a traer ropa de Europa; antes yo diseñaba y confeccionaba. Me di cuenta de que a la gente le gustaba lo que a mí, algo que no era el traje de dos piezas. Fue un alivio. Mi clienta se identifica con mi ropa". macarenagorrono.cl

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